Soy la flor cerrada que acaricias
esperando que se abra.
Soy la flor durmiente
que siente tu calor penetrando en sí como el del Sol.
Soy la visión que centellea en tus ojos. Soy el antojo que anega tu boca. Soy la velocidad que te arrastra
Soy la visión que centellea en tus ojos. Soy el antojo que anega tu boca. Soy la velocidad que te arrastra
y acelera la sangre, soy el más leve roce
que te hace cosquillas
con la pluma de un ángel.
Soy pasiva, tan paciente, tan altiva,
con la pluma de un ángel.
Soy pasiva, tan paciente, tan altiva,
taaan atractiva. La plantada, la expectante.
La del jardín de atrás, la emocionante.
La cautiva.
A mi tallo acercas las tijeras de los filos frescos como el invierno.
A mi tallo acercas las tijeras de los filos frescos como el invierno.
El terror de morir en tus manos.
El anhelo de morir en tus manos.
Y qué es una flor para ti. Si así me tocas, si así me tomas, si tan fácil aceptas que perezca.
Qué seré yo nunca para ti, sino esa ilusión fugaz, sino ese bocado que das y saboreas
Y qué es una flor para ti. Si así me tocas, si así me tomas, si tan fácil aceptas que perezca.
Qué seré yo nunca para ti, sino esa ilusión fugaz, sino ese bocado que das y saboreas
durante tan solo un segundo.
Qué soy sino un ser potencialmente destruído, un bien consumido
en el fuego de tu tea. En lo profundo de una cueva
a la que me he caído, culpable de mi propio amor por el enigma.
a la que me he caído, culpable de mi propio amor por el enigma.
Qué soy sino un deseo de los que desvelan
únicamente hasta que de tu lado se acuestan.
Soy la que muy quieta te espera, sin poder pronunciar un solo paso.
Soy la que muy quieta te espera, sin poder pronunciar un solo paso.
Pues soy la flor bien amarrada al suelo. La que permanece.
La que se hace eterna.
Soy la que ofrece menor resistencia de entre las criaturas tiernas. Pues tú sabes evadir las espinas.
Soy la que ofrece menor resistencia de entre las criaturas tiernas. Pues tú sabes evadir las espinas.
Tú eres el que más sabe y el veneno es apenas
cierta sequedad en tus piernas.
Sabes cómo sujetar un tallo
sin que siquiera duela.
sin que siquiera duela.
Sabes que son solo como canciones mis leves protestas.
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