Vengo de un sitio
húmedo y que pesa
un poco no mucho
sobre las manos.
Un sitio oscuro, infestado
de hongos y polillas
y olor a pescado.
Yo vengo de su hueco más callado
donde solo hay agua
tintineando.
Donde cubre un manto
de tierra ennegrecida
y son más felices
los gusanos.
Fue mi cuna la hojarasca
medio podrida
las nueces picadas.
El viento sibilándome
fuerte los nocturnos
y las nanas.
Vengo del sepulcro adormilado
de los helechos y babosas,
liquen que arropa las rocas
cuerdas y troncos varados.
Por favor, no hagas ruido.
No quiero irme
a ningún lado.
Estoy sentade contemplando
el mar.
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