viernes, 27 de octubre de 2017

Deseo terrenal IX

Bajo el corazón
y sobre el estómago
me he rajado.
Esa es la localización
de la piel mal cosida
que finalmente, tras el moverme
en cama
se ha rasgado.
Por ahí noto salírseme todo
lo que creía bien colocado
y expueste, de repente, ante mí
me hallo,
respuesta a lo que ya venía cuestionando.

Orgullo tengo de ser amante
incluso cuando de madrugada todos
han desalojado.
Mas yo quisiera a veces dejar de ser
bastarde del verano. Dejar de ser
desierto;
dejar de requerir siempre un trago
de agua, de mar, de lluvia,
de sudor, de saliva, salado.

Incluso siendo tú
quien inicialmente acuchilló mi torso,
quien despertó en mí la fuente
de la arena,
me has dejado

añorando

eternamente tu frío contacto,
eternamente tu cruel espadazo.

Eternamente resistiendo
tu rechazo,
aún cuando
ni siquiera confirmas en tus ojos tal acto;
¡no me dejas ir, ni aunque pudiera!
¿Acaso tú también estás

rajado?

Descosido, esperando
el remiendo de una mano
deshilachada tras tú mismo
haber de ella tirado.

No hay comentarios: