Viéndome reflejada en el lago, es extraño saber que aunque me devuelva mi imagen, yo soy únicamente en este lado, y el suyo no es sino una profundidad oscura que no puedo conocer.
Su superficie se ve tan lisa, que se me idea indecoroso tratarla de romper. ¿Por qué querría perturbar tanta serenidad, que yo admiro?
Me pregunto si los peces me ven.
Mi rostro en tu rostro es el mismo, pero al revés. El cielo está bajo de mí, y tú eres quien se cierne encima. Sin embargo, solo yo me puedo caer. Solo yo me puedo atrever
a tocarte.
Y es verdad que me deseo dentro pero, ¿soy acaso bienvenida ahí?
Solo vine a contemplarte, porque soy fastidiosamente gentil.
Su superficie se ve tan lisa, que se me idea indecoroso tratarla de romper. ¿Por qué querría perturbar tanta serenidad, que yo admiro?
Me pregunto si los peces me ven.
Mi rostro en tu rostro es el mismo, pero al revés. El cielo está bajo de mí, y tú eres quien se cierne encima. Sin embargo, solo yo me puedo caer. Solo yo me puedo atrever
a tocarte.
Y es verdad que me deseo dentro pero, ¿soy acaso bienvenida ahí?
Solo vine a contemplarte, porque soy fastidiosamente gentil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario