A veces siento que nunca me hice mayor.
Como si algo me hubiese metido a presión dentro de un bote
para que me conservase mejor...
Como un barquito embotellado
que se piensa navegando,
pero no.
Un lugar transparente, pero inundado.
Así me figuro en la mente de todos
los que me piensan menor:
una cosita empapada, cuitada,
envasada para mejor
manejo y transportación.
Vertida en una copa, para celebrar una ocasión;
chispeante para ti, así me imagino yo.
Mientras me voy evaporando sobre tu mesa.
Y me pregunto por qué lloro
cuando me dejáis sola en mi habitación.
En la alacena abarrotada los melocotones, detrás de todo
llevan caducados una generación.
Si bien nacieron de la tierra,
y el sol los pintó de su color,
acabaron encerrados en un líquido edulcorado y en fila
para su masiva producción.
Nacida junto a ellos al final del verano,
el mismito destino tengo yo.