lunes, 12 de noviembre de 2018
Asleep / Starshine V
It seems so basic knowledge, and yet, people seem to widely forget it. I did. And still I doubt of every single thing I think I learn. That's what this world does to you. Sometimes, I wish to remain asleep so I don't have to deal with it no more. But be it asleep or awake, you can't stay like that forever either way. The rules of day and night are simple, so simple, I wish they were the only gods to obey. But humanity created so many other gods to look upon itself. Why?
With that many bright eyes over you, you begin to be so defined. So outlined. So encased in light, where they can always, always, see you. You want to escape, but you grow so scared of saying so. Even to your fellows, it sounds so grotesque and blasfemous. You can't.
You can't choose your shape, they do. They paint you with their eyes and decide what colors suit you. You don't have a say on this. Sorry but, that's the way things are. We created gods so gods could create us.
I long for a night without stars in the sky. But I won't say it too loud. It's most probable that they can see my heart through my flesh too, and all its deviated desires. All this longing for freedom from the demiurges. So perverse, so depraved. The more I want it, the more punishment I feel upon me. Everytime I say the word it's another chain sticking me to ground. And it's like they're talking to me. Gently, but persistently, they whisper to my ear: "you should be quiet. You should not howl. You should behave".
"You ought to do as we say", they remind me. And it's like my heart is being compressed by stone walls. Then, all I crave for is an easing touch. The pain gets me exhausted, I can't fight it for much more. And I faint to sleep again.
I feel so old already.
viernes, 5 de octubre de 2018
Fire Song / Love Song IX
that I'll smother you with my love.
The fire goes quickly out of control.
It wants to reach the sky.
Is leaning itself to the sea.
It kinda wants to die.
But not in how you cease to exist,
but to persist in afterlife.
Not everyone can bare the heat.
I sadly learned myself.
Will you stay the whole night with me?
Don't want to be alone with the stars.
I only intend to warm your hands,
to blush your face, light up your eyes.
Is it enough to keep me alive?
Is it too much?
Won't you take me to your house?
Get sleepy by my side.
Wrap me in the clothes of home,
and I'll ward off the night.
martes, 18 de septiembre de 2018
My eyes / Love Song VIII
I never got.
I've got the look of shame
and love.
Those are my eyes,
the ones that shock.
The two arrows that hit
the spot.
Shooting stars across.
I've got the look
you never got.
I've got the look they sing about.
These are my eyes,
the ones that knock.
The two steps prior to
open the door.
And let the wind go through.
She's got the look.
What in the world
could make a dust-eyed girl turn gold?
I said to her
"you're not alone.
Not anymore".
miércoles, 5 de septiembre de 2018
Moth Song / Dusk Song III
remember you,
seeker of light.
The setting sun shines.
Will you remember it
throughout the nights?
There will be plenty
but only I will
stay in those times.
With every ghost that chimes
hidden in the old house
upon the hill.
All of your powder flies
leaping off the ground
for your only eyes to see.
I will glitter as long as they require.
As long, long as you will live.
Remember you,
tonight,
remember me.
lunes, 30 de julio de 2018
Moonshine
I'm so afraid to say,
I'm so ashamed to say.
Should I disobey,
should I?
Would you ask me why?
Why not?
Why wouldn't I?
Such a lovely light today
up the night sky.
Satellites are passing by.
Should I disobey,
should I?
jueves, 21 de junio de 2018
Perdón
como son despejadas las hojitas por el viento;
apenas rozando de puntillas las baldosas con su crujiente cuerpo,
silbando como un sonajero.
Ojalá poder soplar la candela de tu celo;
que con tan poquito aliento diese paz a los objetos
fuera del espectro.
Pues sé bien del continuo terremoto que agita nuestros huesos,
y de las manos que calman sobre el pecho.
Y sepa, por ello, cada guardián del infierno
que me arrepiento.
Ojalá tú pudieras verlo con la certeza de ellos.
Mi mismo corazón rajé en el momento
que me olvidé de ti.
Si he de elegir una excusa:
nunca pude dormir.
Y las noches son tan largas.
Para mí.
Para ti.
Ojalá poder ser el oasis que te resarce en el desierto, en vez de la arena misma que arde bajo tus pies.
Ser quien repica las campanitas colgadas de tu techo cuando abres la ventana,
sonarte así de bien.
Ojalá como esa misma brisa recorrer
la hendidura en mí,
y en tu ser refrescar el incendio.
Y en la casa en ruinas que fueras después
plantar miles de semillitas corriendo...
¿Cómo podría yo sanar lo que mismo yo dañé?
Quizás no puedo...
Seguro que no puedo.
Pero si lo que creo de los dioses es cierto,
entonces solo tú puedes juzgarme.
Solo tú en misericordia me abrirás la puerta al Cielo.
martes, 5 de junio de 2018
Calor III
Sacando del vacío, como él enseña, en acto de creación,
voy a dar no a luz, sino a oscuridad
al mismo resplandor.
Sea magia, sea fe o mi imaginación
yo en el frío prenderé el calor,
y tan pronto se incendie
pondré mis manos en su derredor.
Sean pesebre y cuna, de nación ninguna
porque son de todo rincón,
para mi grandísima chispita
que un flojito embrión.
Pues tú cual estrella de Oriente iluminas
cada arena del desierto ahogador,
espejando mi imagen por ti bosquejada
en cada cristalito en albor.
Soplándote con boca lenta y pausada,
la alborada entre toda canción,
para verte nacer de tu sueño,
mi sueño.
Para ser tu mamá, mi amor.
Desplegando mis manos según las ocupas
medrando, irradiando, candor,
te abro las puertas del mundo y del aire
para compartirlos les dos.
Criatura, hija de la negrura, que por sí misma se definió,
quiero seas infinita y ardiente y pongas tu luz
en mi corazón.
Y reflejen, reflejen
todos los cuarcitos
a aquelles que son como yo
y sepan que haciendo
domingo, 27 de mayo de 2018
Forma terrenal II
A veces siento que nunca me hice mayor.
Como si algo me hubiese metido a presión dentro de un bote
para que me conservase mejor...
Como un barquito embotellado
que se piensa navegando,
pero no.
Un lugar transparente, pero inundado.
Así me figuro en la mente de todos
los que me piensan menor:
una cosita empapada, cuitada,
envasada para mejor
manejo y transportación.
Vertida en una copa, para celebrar una ocasión;
chispeante para ti, así me imagino yo.
Mientras me voy evaporando sobre tu mesa.
Y me pregunto por qué lloro
cuando me dejáis sola en mi habitación.
En la alacena abarrotada los melocotones, detrás de todo
llevan caducados una generación.
Si bien nacieron de la tierra,
y el sol los pintó de su color,
acabaron encerrados en un líquido edulcorado y en fila
para su masiva producción.
Nacida junto a ellos al final del verano,
el mismito destino tengo yo.
domingo, 20 de mayo de 2018
Starshine IV
You don't know me.
But I know you as a god.
God not chosen, not wanted.
God created before I was brought.
Why do I have your eyes upon me,
why do I have to tolerate so?
Friends of mine from sight beyond
come when I call them.
But you
silently invite yourself on your own.
Do you expect me to not notice
by turning the light on?
I know you're hiding,
while watching me go.
And I go down under
the thickest of rocks
and still you reach there and
touch.
I know... I know.
I'm going nowhere.
You're here, and there, and sight beyond.
I can't escape the paths you draw, and what is the worst:
You don't even know me.
I'm less
than dust.
But I still do know you, omnipresent,
in all my thoughts
as a god.
lunes, 14 de mayo de 2018
Deseo terrenal XIX
Mariposa y yo
acostadas en el fondo del mar.
Desde la costa nos contemplo,
desde el acantilado, mientras la luz se va.
En esta noche, mariposa, en esta misma noche quiero llegar.
No quiero que el sol me vea tardar un día más,
porque me avergüenza. Por eso, procurando la oscuridad,
quiero que todes cuantes me aman me puedan borrar
del cuaderno donde me han dibujado, y quiero
como tú transformar la cara
que el agua nunca puede lavar.
En lo que recorran la cueva los astros con sus antorchas, esta misma noche,
antes de que salgan a zambullirse en el océano celestial,
quiero desenredar todas mis venas
y la misma sangre que me insufla color renovar.
Quiero ponerme el mismo nombre, mas estrenándolo
como a una camiseta nueva igual a una que solía llevar.
¿Y qué cambia así, mariposa?
Quizás es que no quiero cambiar.
Quizás solo quiero ser como tú,
y serenamente, despojar-
me de mi piel, y volver a ser yo misma una vez más.
Ser nueva, y no distinta.
Ser irreconocible excepto para quien yo me desee revelar.
Y ser otra vez la del polvo, la del mar,
la de las manzanitas anisadas,
las costuras bien planchadas,
la noche, los pinos y el cian.
¡Esa misma!
Solo que una vez más.
sábado, 5 de mayo de 2018
Say goodbye / Dusk Song II
Wrap me up and dispose of me in the next post office in our way,
hoping it's not too far.
I know I'm late for work, as you may
be too early for your date.
So we better say goodbye.
Can't we yet?
I want to get off this ride tonight, if not
today.
It'll be dark around without you, but at last
I'll breathe the air!
Streetlamps will light up for you to not get lost,
so don't be afraid.
I'll be heading maybe South, maybe West.
I'm not sure and that's okay.
I'll think about you
as I think of the rose, and the wheat.
They keep growing and trying, and trying to embrace
the sky. Even when I'm not there to see.
Earth won't stop for you either. So,
you can go your own way.
jueves, 19 de abril de 2018
Forma terrenal
Me gusta recoger las conchas que deja el mar en la playa. Me pregunto si son un desecho, o un obsequio por su parte.
Las observo en mi mano mojadas, y las guardo en el bolsillo de mi mochila en el que hay menos riesgo de que se caigan, y me las llevo a casa.
Sobretodo las que están rotas o desgastadas de modo que se les ve el iris del nácar. Las vuelvo a mojar, les quito la sal. Me pregunto qué hacer con tantas.
Son como piecitas de mí, reencontradas.
Las pienso destrozadas, como me imagino muchas veces a mí, cuando estoy harta de ser una figura en las láminas. Tan requetemezcladas que podrían estar en puntos opuestos del planeta cachitos de la misma caracola, que ya no es caracola ni es una, ni es más cosa concretada...
¿Cuál de todas estas partículas de arena se va a pegar a tus piernas, de qué coral desintegrado es ese puntito de color rosa en tu espalda?
Quizás nació en la misma cala en la que te bañas o quizás haya viajado alrededor del globo durante milenios, o durante semanas; yo me pregunto, quién se bebió la cerveza que contenía este vidrio pulido, de qué casa reventada se han caído este azulejo, este ladrillo, este pedazo de aglomerado podrido, este cristal de una ventana? ¿Quién habrá visto a través de ella, y qué cosas? ¿De qué animalito sería este huesito? ¿Sería siquiera criatura del agua?
Cómo brilla el mundo molido y desfigurado y despojado de todo su nombre, y significado en tu cara, como una estrellita lejana.
Eso es lo que soy, a veces. ¡Casi como nada! Otras veces, soy una conchita seleccionada que puedo rodear completamente con mi mano y colocar al lado de una figurita de porcelana. O de barro. A veces incluso me siento tan grande como esas enormes caracolas con las que se hacen lámparas. O más bien mediana, de las que te pones en la oreja para escuchar tu propia circulación, tu propia ciudad ajetreada, tu propio rumor de bosque, tus propias olas muriendo incesantemente sobre la playa.
Y así es que yo soy tantas cosas imposibles de reconocer, batidas por el océano, escupidas al continente hasta formar una conveniente rampa para acercarnos sin peligro a él. Así yo dejo de existir para seguir existiendo. Y así yo abrazo la costa entera a la vez que solo soy un granito nunca perceptible por sí mismo, invisible como todas las gotitas de agua que aúna el río, como todos los suspiros que disuelve el aire, como cada semillita de trigo en la masa.
¿Dónde estaré?
Sigo siendo todo lo que alguna vez fui y seré.
lunes, 9 de abril de 2018
Deseo terrenal XVIII
Tronar, como tú;
tirar abajo postes de luz
y dejar sin servicio a medio pueblo.
Me gustaría adueñarme como tú de la primavera, picar al sol diciéndole, ¿a qué esperas?
Y ponerme delante de él cuando esté cerca.
Por más que revuelva la tierra, está seca.
Por hondo que trate de llegar, no hay humedad,
Reborbotar un poquito, por algún huequito, quisiera.
Pero estoy cuarteade
y desierte.
Como cuando en verano se está sediente y en plena tarde se abre el grifo con una jarra lista para ser llena.
Pero está cortado el suministro.
Hay un ruido sinuoso en el abismo de los caños
a la suerte de alguna botella de tienda.
Y ojalá así yo pudiera comprar para mis ojos
un descongestionante cualquiera,
que me baje de paso la fiebre que a los mismos quema,
y que sepa, ya que estamos,
a fresa.
A veces los dramones son las únicas películas que me interesan,
Un alivio vicario como la masturbación soltera.
Parece funcionar hasta que siento de vuelta
cómo dentro de mí el agua pesa. Cuánto. ¡Desde cuándo!
Aquí viene otra vez la tormenta...
sábado, 7 de abril de 2018
Deseo terrenal XVII
agazapada. Fría, casi en un bloque de hielo congelada; preservada en el tiempo, tanto tiempo. Como si hubieras pasado eras enteras enterrada bajo alguna construcción arcaica, yo te voy descubriendo ahora, limpiándote el polvo, como se limpian a sí mismos los animales las llagas. Muy despacito; son mis manos en tu cuerpo herido las más delicadas, pues eres la más valiosa reliquia hallada, eres lo que más miedo tengo de romper. Quisiera saber con qué colores fuiste originalmente
pintada.
Se abre el arcón solo a veces, cuando en la noche tengo las orejas tapadas por la música. Si me concentro en ella, puedo ser un poquito olvidada.
Y tú surges esperando que te dé entrada al mundo real.
Siempre sonriendo. Aún cuando sigues, oh, seguimos, las dos atravesadas por espinas, por espadas, de pescados, de zarzas. De rosas y falsas
acacias. No sé por dónde tirar ni cómo coagular luego una piel ensartada. No soy yo quien sana, si bien lo quisiera. Si tanto quisiera ser balsámica... sacarte de ahí y envolverte en plantas. Tirarte de encima las sofocantes mantas de la debilidad y el delirio. Poner en tu corazón un lirio. Y un nombre como un beso en tu cara. Siempre sonriendo pero ya no más forzada. Ya no más avergonzada y minimizada como las miguitas del pan que se devoró. Ya no más escondida en el arcón, dejando que te ignore... dejándome invisible a mi mirada.
A veces, me miro en el espejo y mi pupila, más negra que nada, enlaza con su reflejo un túnel al infinito. No hay choque, no hay salida ni entrada; no hay luz alguna al final. Me pierdo en la oscuridad, sabiéndome atrapada. Aunque me marche del espejo y deshaga el rosco cósmico de mis miradas, sigo sintiéndome abandonada en esa dimensión cerrada. Supongo que tú vives ahí. Ahí es donde estás detrás de esa alegre fachada. Quiero dejarme llorar, si así te pueda liberar hecha agua. ¡Lo que siempre quise hacerme! Pero
yo no soy quien sana.
De arena son mis lágrimas.
viernes, 30 de marzo de 2018
Deseo terrenal XVI
fugado cual flecha lejísimos de tus manos
Quisiera haber sido un perro lobo como Balto
ladrando hasta la sordera a tus pensamientos inhumanos
mordiendo tus ojos cuando me estaban cercando.
Quisiera haber tenido las alas de avión del albatros
despegando hasta esconderme el azul.
Amigarme de una estrella en lo alto y no sentirme
más ignorade por su quietud.
Quisiera haber sido una araña de la que te asustaras
para que asqueado me lanzaras desde un pedazo de cartón por la ventana
olvidado de mí.
Quisiera haber tenido garras de puñal como los gatos
para sacarte el rojo de la piel en cuanto
me quisieras para ti.
Y que me temieras en las noches
que me supieras vigilando.
Quisiera haber sido mayor,
solo por un rato para disimularme y seguir
siendo niñe en cuanto te marchases de aquí.
Quisiera haber tenido el poder y protección de Dios
y que su perdón divino nunca fuese una opción para ti.
Pero solo obtuve su castigo.
jueves, 29 de marzo de 2018
Amor verdadero
dándote manos, ojos y dientes,
¿me harías sentirte
conscientemente?
Habrías de soplarme sobre el pecho
cual encendiendo una cerilla, mas en vez
la sensación de caerme.
Habrías de invocar al rayo sobre mí y otorgarme
resistencia eléctrica mientras me recorriese,
para que como el agua deslizante
me hiriese.
Le habrías de susurrar a mis dedos
constantemente.
Más que nadie me mirarías
directa, directamente.
Si persona como yo, te hiciese,
¿cómo en esta vida podría temerte?
Y sin embargo, de mil bocas oigo
que les dueles.
¿Acaso tu hálito sobre el corazón de ellas hiele?
¿Acaso desgarrases sus cuerpos de un zarpazo,
¿Acaso el rayo deshaga sus nervios porque a ellas
no las proteges?
¿Acaso seas un llanto en sus manos?
¿Acaso tu mirada les niegues?
¿Cómo podrías?
¿Acaso yo te conozca
verdaderamente?
miércoles, 28 de febrero de 2018
Frío II
Se encendió por sí sola.
Como programada para oír los pasos
Yo nunca me había
a mí.
Pronto la noche, con sus sonoros tacones
nos cubrió con su opaquísima capa
Fueron entonces las farolas
lo que yo vi.
Lámparas que se adormecen
luces alejadas de mi casa
¡¡Acudan a mí!!
Las cuento desde mi ventana, imaginando
Mis ojos señalan a las que se enfilan
esas son las cadenitas
"Oh, no, no te hagas mayor" dice una nube
como para que prendan sus faros los coches;
"a mí
Me recoge la noche en sus brazos
y me estrecha contra sí, susurrándome
"a mí me encantas así,
que te pueda esconder dentro de mí
porque no eres grande,
ni lo serás nunca, si del sol
Con un filo acariciando mi cuello, me animan a salir
donde las luces eléctricas derritan el hielo
domingo, 25 de febrero de 2018
Deseo terrenal XV
Por cada célula que conforma mi piel querer
sentir su tacto, por mi cuerpo entero beber.
Qué me tiene a mí, que soy un ser del continente
y del desierto casi hermane, qué me tiene el agua
transparente.
Qué tiene para yo sentirme permanentemente
Para que mis labios la quieran besar siempre,
como si fuera adicte a su sabor
de nada.
Para que como a una amante la recuerde.
Para querer que me rodee en mi perímetro
como un coro de ángeles si fuera sante.
Qué me tiene el agua para que su caricia
sea tal que la de a quien se ama.
Para atraerme a la Nada como a una criatura de Fantasia.
Ojalá yo disolverme contigo, agua.
Ojalá yo ser en ti
una gotita más que resbala
y que no importa nada, nada.
Ojalá nadando yo en ti como un pescadito
desmemoriade.
Sonrío con la sola idea de que se tomaran
por reflejos de tu resplandeciente cuerpo, mis escamas.
Con la idea sola de diluírme mi corazón
para hacer de une rebelde como yo, tu esclave,
de por vida requerirte, requerirme yo
mojade.
Sea solo la punta de mis dedos en tu realidad aumentada.
Sea yo sumergide en ti hasta mi último pelo
feliz cual alga que nació en tu seno,
sea yo la mosca despistada que se cayó en un vaso
que llenabas.
Solo empaparme de ti quiero, agua,
que me lluevas encima
como una ruidosa tormenta, o como la suave garúa.
Dejarme calade.
Hacerme desaparecer en la niebla
como con magia.
jueves, 22 de febrero de 2018
Muerte / Deseo terrenal XIV
Tus manos matan tan gentilmente; tan suavemente acuchillan la piel. Tan imperceptible haces el dolor con tus dedos goteando como miel, miel. Tan indiscernible en tu tacto el mal del bien.
Saber que la muerte sigue a tus manos y aun así perseguir su recorrido hasta el fin. Pensar, si es que me queda pensamiento en este cráneo vaciado por el sentir, que podré dar media vuelta antes de llegar allí. Que podré salvarme de morir, morir.
Mas, ay de mi alma, ¡ay de mí! ¡cómo deseo ser aniquilade por ti! En esa muerte en la que exploto como un cristal en el horno, esparciéndome en cachitos afilados sobre ti, en la que reviento mi tinta como un bolígrafo roto, marcando tus manos de crepúsculo añil. Yo perdide para siempre, ¡siempre! ¡irrecuperable! ¡sin opción de revivir! Y tú para siempre sucie, sucie de mí y de ti. Incrustado en tu corazón el pedacito más transparente de lo que fui.
Morir conmigo, pues es mi muerte la tuya. Pues mientras tú me clavas tu ardiente cuchillo yo te arrastro al fondo de la laguna. Morir juntes, heches une en la caída. Lejos de todo lo que escucha, todo lo que mira. Lejos de Dios y de la luz del día. Tan en lo oscuro que ni al otre distingamos y aún así, queramos del otre apertura y sutura.
Dispueste estoy de morir, arrancade como una flor de la vida. Belle y vive tan solo por lo que dure nuestra huída. Dispueste a que me rompas y destroces con sadismo cual si fuera una porcelana china. Dispueste a que me entierres en vida en el amado suelo del que se separan las crías; a que borres mi civilización, mientras tú misme te escondes de la misma. Dispueste a dejar de existir, en tus manos, llene de anhelo por la más liberadora brisa.
Sueño
de cristal. Siendo yo quizás la pequeña,
pequeñísima partícula de sal que la recorre
en circunferencia como el mantel astral
que nos cubre para la cena.
Bajo la mediana oscuridad
yo soy una pata de la mesa
que mira a las demás,
y mira a las demás
a las distintas luces de los días
y nada más sabe que mirar
y soportar.
Por eso sueño con mojar
mis dedos en el mar
que se desprende del vacío,
por eso cierro mis ojos...
para ver más.
Por eso sueño con besar
las gotas de la lluvia más ácida.
Porque me sueño con el poder de dulcificar.
Porque en mi sueño soy la que puede
a las frías estatuas del parque en la noche abrigar.
Y soy el horizontito que se ve bajo la puerta
cuando por dentro está oscuro
y por fuera se oye caminar.
Sueño con la gotita que recorre
rápida mi parabrisas
cuando voy por la autopista solo pensando
en velocidad, velocidad.
Mientras se escapa para no volver a ser vista por mí
más.
Sueño con irisados faisanes a los que dejo volar
para más tarde encontrarlos abatidos.
Mi madre se pone a guisar.
Sueño que puedo,
que puedo el mundo entero salvar.
Recorriendo microscópica una lágrima
cristalina, mas
invisible donde está.
Pero en mi sueño, a tientas
lo puedo encontrar.
El interruptor que enciende la luz del hogar.
A veces chisporrotea.
Pero yo lo sé arreglar.
Todo está bien colocado en mi cabeza.
Todo en simetría. Todo regular.
En mi sueño encuentro el lugar.
Me encuentro en la orilla la piedra pulida
que quiero guardar en un bañador sin bolsillos.
Mojadas y resbaladizas la piedra y yo,
en la arena la decido enterrar.
lunes, 19 de febrero de 2018
Fantasma II
Oh, enigma, ¡yo suspiro por cada cortina echada! Por cada puerta cerrada, por cada insignificancia que de la luz se tapa. Por todo lo que se esconde, con o sin importancia, por cada hueco del puzle por el que silba el viento pidiendo su pieza colocada. Por la llanura que no oculta nada. Por el fondo de mi mismo armario, donde dormita corrupta una nostalgia. Por la negrura de la cueva, donde no se discierne nada; tal la negrura de mi pupila reflejada. Oh sombra, oh maravilla velada; solo quiero conocer, solo sentir usted sobre sí mi mirada... y calmarla...
domingo, 11 de febrero de 2018
Declaración de amor IV
¿Qué hay de eso?
¿Qué hay de cómo nos queremos entre tú y yo, ajenos
¿Es acaso menos
el amor que tú me tienes
que el que a otres les tengo?
¿Es el amor, acaso
como un día, con su ocaso
o como una noche nublada?
¿Es el amor, acaso
como una posada
que ocupar en itinerancia?
El amor siempre siendo
la cosa más enseñada;
el amor es, el amor es,
lo que te hayan dicho en el aula.
El amor se sacrifica, a sí mismo se remata
por comenzar nueva vida sin la sangre manchada.
El amor se levanta por encima de sí,
se venera y se repudia como a un dios en sus escrituras,
y Dios es amor, mirémoslo así.
El amor es, el amor es.
Qué puedo saber yo de tan noble padecer;
yo que le digo, ¡amor!
¡Por la infinidad del campo tú puedes correr!
Dime, ¿para qué a ti te voy a guarecer?
Si eres contrario al mismo Diablo, si a las sombras haces desaparecer,
Dicen que no te entiendo y que no te cuido bien.
Que tendría que guardarte custodiado, pues el amor es
tesoro,
¡el amor es como oro! ¡Cómo lo puedes dejar correr
cual agua que se escapa,
como una rata cuando te ve!
¡Cómo lo puedes desmerecer cual si fuera hojalata!
Y yo contesto...
simplemente,
el amor es.
lunes, 5 de febrero de 2018
Confluencia II
Nada, nadando en el oceáno; queda en tierra todo lo que alguna vez fue mío, y ahora cuanto puedo decir que me pertenece es en realidad compartido. Nuestro solo es el mar, en manos de todes les que confluímos. Continuamente lo escucho susurrar, con el viento conversar en cantarines remolinos. ¿De qué hablarán ellos que han visto el rostro de todes les que vivimos? Como niñe asustade de los gritos, yo me tapo los oídos, pues no quiero entender nunca lo que los dioses digan del destino.
domingo, 28 de enero de 2018
Diálogos bajo el techo
viernes, 26 de enero de 2018
La dama de la montaña
está en su cabaña esperando por mí.
¿Qué me querrá mostrar? ¿Qué me querrá decir?
Las noches son demasiado frías,
los días son demasiado ardientes,
la primavera llega por fin.
La dama de la montaña
espera como una flor más a salir.
Sabe que yo soy
como una raíz
aguardando largamente al calor para surgir.
La dama está deseando
darse como un palito al que me pueda asir
tan pronto yo brote,
la dama me quiere asistir.
Ella señala a las estrellas, y me dice
¡hete aquí!
¡heme aquí!
Tú eres la Copa
y yo soy la Virgen que va a volcar zumo en ti.
Yo observo
que soy la Copa sobre la Hidra
y que esta me quiere llevar con sí.
Ella lo observó desde el principio de los tiempos
y vino a por mí.
La dama de la montaña quiere salvar al mundo
pero sabe que sola no lo puede conseguir.
Me vio y vio tantas cosas
desde mi origen hasta mi extinguir.
La dama tiene al cielo entero en sus ojos.
Más cielo del que puedo contemplar desde aquí.
En su mirada están la Virgen y la Copa,
y la Hidra,
y la Ballena, y el Águila, y el Delfín.
Si me mira durante un largo rato,
siento que dejo de existir.
martes, 23 de enero de 2018
Deseo terrenal XIII
Cada día me levanto con tantas oportunidades como cintas de las que tirar para desenvolver un regalo.
Calor II
cuando estoy enfriada,
mojo la sola punta de mi dedo y
pongo una gotita de agua
sobre la pantalla del móvil.
La misma se vuelve un ópalo a la luz sentada
y yo me quedo mirándola
hasta que es evaporada entre yo y el calor de su cama.
Para conciliar el sueño
salgo a la ventana
y busco ver algo bello entre la pesada poalla.
Cómo se vuelven ámbares a la luz de la farola
las piedrecitas del asfalto mojadas.
Cómo se recorta en la ropa de cama
la proyección azulada del televisor sin voz.
Ver las luces de la ciudad sin gafas
para hacer un bokeh.
Vuelvo a la conversación que terminó hace horas y leo
la mejor palabra
y la vuelvo a leer.
domingo, 21 de enero de 2018
Diario 15/09/2016
[...]
Mas amar es lo que quiebra el ego en el que estoy contenida. Es lo que hace a esta porción de alma volar hasta encontrarse con todas sus partes perdidas. Se hace cada vez más grande; pienso que se podría hacer infinita, fundiéndose con todo lo que deseo, multiplicando la vida. Cuando amo intensamente a alguien siento cómo mi esencia se diluye con la suya. Cómo empieza a ser una sola cosa, enteramente compartida. Cómo yo ya no soy más yo, sino nosotr-s. Eso es lo que "nosotr-s" verdaderamente significa. Que hemos roto nuestros vasos para mezclarnos en una sustancia única. Entonces, la felicidad es una. El dolor es uno. Esas son las pruebas.
lunes, 15 de enero de 2018
Deseo terrenal XII
Soy la visión que centellea en tus ojos. Soy el antojo que anega tu boca. Soy la velocidad que te arrastra
con la pluma de un ángel.
Soy pasiva, tan paciente, tan altiva,
A mi tallo acercas las tijeras de los filos frescos como el invierno.
Y qué es una flor para ti. Si así me tocas, si así me tomas, si tan fácil aceptas que perezca.
Qué seré yo nunca para ti, sino esa ilusión fugaz, sino ese bocado que das y saboreas
a la que me he caído, culpable de mi propio amor por el enigma.
Soy la que muy quieta te espera, sin poder pronunciar un solo paso.
Soy la que ofrece menor resistencia de entre las criaturas tiernas. Pues tú sabes evadir las espinas.
sin que siquiera duela.
domingo, 7 de enero de 2018
Escarlata
Callada,
mi boca sellada
por mi propia sangre
que me traiciona y se retiene de ser salpicada.
¡Qué sangre amante y humana, que me quiere tener por tanto callada! Y si no fuera por ti, habría de gritar, y habría de no sentir nada, pues tú tomas contigo lo que mi corazón más reclama aun si lo desoigo, y haces que conmigo misma esté siempre enemistada. ¡Sangre de monstruo! La pureza que procuro se me ve una y otra vez negada por tu mancha de escarlata. Y me habla Dios airado porque mis ambiciones no son cristianas. ¡Pero si es mi sangre la que me hace un alma silenciada! Y ahogar he mis gritos de amor por no ofender al mismo, y suspirar con la boca tapada. Ángel que me atraviesa con su espada de plata, arma de poeta inmaculada, arma como la niebla de la mañana, ¡antes de que peque me condenas, y mi herida ni siquiera sangra!
sábado, 6 de enero de 2018
Nada
Eso no es nada.
No estaba pensando en nada.
No me pasa nada.
Nada...
Es tan cansado ser siempre alguien,
Peinarme y vestirme. Ponerme unas bragas.
Comer cada día. Necesitar agua.
Necesitar agua...
¿No podría yo saciarme
No tener nombre. No tener casa, ni cama.
Que esté vacío cada libro que yo abra.
que me amarran.
Que en el cielo de la noche
Desdibujada.
Siquiera pintada.
Nada de nada.
como la estancia entre las tablas que separan
mi suelo de vuestro techo.
Y no haber mío, no haber vuestro.
No haber cosas nombradas,
No ser cuerpo
no ser sueño
no ser nadita