Sujéteme
como a un pajarito.
Con mis alas libres.
Sosténgame
como a una flor.
Dejando que el sol me mire.
Conténgame
como al líquido que se derramó
para que no me agote en lo plano,
conténgame con sus mismas manos.
Recójame
como a las hojas del otoño,
júnteme toda en un rincón.
Tómeme
como al producto deseado,
mas no pague por mí;
róbeme
de los estantes del Estado,
complíqueme a huír.
Enmárqueme
como a un paisaje adorado.
Déjeme en equilibrio colgando.
Válleme
como a un parque infantil.
Permítame seguir jugando.
Sacúdame de vez en cuando
para asegurarse de que puedo tintinear.
Para recordar.